jueves, 12 de mayo de 2011

Connecting people

Si creía usted que las relaciones personales en su entorno guardaban muchas incógnitas, no era para tanto! la ordenación que tanto ansiaba está muy cerca de usted: en su agenda telefónica. Ésta, regida por una serie de parámetros, la analizaremos a continuación.


1. En primer lugar, a tener muy en cuenta, debemos reparar en la cantidad de términos usados para identificar al usuario. El número de palabras será siempre inversamente proporcional a la relación que nos une con el interesado, siendo esto: a más palabras, menor vínculo (y viceversa). Como ejemplo explicativo, comparemos el nombre del contacto "Isabel amiga oficina mamá" al contacto "papá".


2. Otro de los parámetros que rigen esta norma son los apellidos, siendo siempre eximidos de los mismos dos grupos de individuos:
- familia
- compañeros de piso

Es decir, nunca habrá un contacto llamado "Marina prima", o peor aún "Marina Castillo", sino que el contacto será llamado "Marina", y el resto de Marinas que se las apañe para sobrevivir ahí dentro.


3. Algo distinto ocurre con nuestros amigos más cercanos. En tal caso puede haber dos posibilidades:
-Nombre de pila + apelativo cariñoso ("Elisa negra")
-Término con sentido sólo entre las dos personas ("Tupa", "Trr")

En el segundo de los casos, habrá que tener en cuenta que este término debe ser usado hasta la saciedad, y debe ser perfectamente reconocible y recordable en momentos de:
1) embriaguez
2) accidente, quema de cocinas, etc.
3) paso del tiempo


NOTA: Si llega usted al punto de tener el número de móvil y el fijo de una misma persona, haga todo lo que sea necesario para que su yo del futuro los distinga, porque las madres de sus amigos puede que no sean muy tolerantes con las llamadas a sus casas a horas intempestivas. Les habla la voz de la experiencia.

Sepa, amigo, que su agenda telefónica habla por usted.

lunes, 2 de mayo de 2011

Universos Para Lelos

Mirándome a los ojos, me dice Eduardo "no quiero alarmarle, pero la realidad es invisible"

entonces voy yo y me alarmo.

En cualquier universo no muy lejano hay un tú que es cocinera, cantautora-bibliotecaria o repartidora de guías telefónicas (enamoradiza siempre, eso sí). Lo mejor de todo no es esto, sino que así como hay miles de tús revoloteando por ahí en universos paralelos, los hechos que ocurren en esos universos no son infinitos.

¿ein?

es decir, mi yo cocinera tiene un grave problema con los frutos secos, a mi yo bibliotecaria se le seguirá olvidando dónde deja las cosas y mi yo repartidora seguirá coleccionando dudas.



He aquí la elegancia del multiverso.