martes, 13 de marzo de 2012

Todas las cosas que existen (mientras sean gratis) II

¿Qué pasa cuando las ranas crían pelo? ¿y cuando los cerdos vuelan? Cuando estos hechos ocurren y les sumamos el paso del Cometa Halley y la alineación de los cosenos de Saturno y Orión, obtenemos señores el único fin de semana del año en el que puedes reunirte con todas* tus amigas. En Berlín.

Por supuesto, como no podía ser de otra forma, este viaje se encuentra enmarcado en la Corriente Costra o Costrismo. Tal vez lo recuerden de otras entregas como "All you need is Mugrehotel" o "Costriles en Galicia (mi hija es que es cojonuda)". Como no nos gusta estancarnos y nos mola innovar, esta vez decidimos unir los dos rasgos de cochambre máxima. Estos son:

a) La invasión de una casa.
b) La alimentación a base de bocatas.

En cuanto al primero, cabe destacar que no se trata de los-típicos-dos-o-tres-amigos-que-visitan-a-su-amiga-erasmus, sino más bien las típicas-OCHO-invasoras-que-te-destrozan-la-casa-en-tres-días-y-luego-si-te-he-visto-no-me-acuerdo. La primera (y segunda, y tercera...) reacción de la anfitriona al saber que era verdad que íbamos todas, fue la siguiente: "Chicas, no pretenderéis ducharos todos los días, ¿verdad?". Lo siguiente que recordamos son risas nerviosas. Ante tales declaraciones decidimos bautizar a este, nuestro viaje, como OPERACIÓN CHINCHAMPÚ.

Como hechos destacable, recordaremos:

1. La guerra fría que tenía lugar en la cocina para conseguir una silla. Una silla = el poder (desayunar). Incluso conseguir la banqueta a la que se le salía la pata todo el rato te aseguraba un ascenso en la escala social.
2. Paloma, que cuando duerme hace la misma coreografía que un cachorrillo con pesadillas.
3. Aprender que hay cosas que viajan con mayor velocidad que la luz, como por ejemplo la nocilla hacia nuestro estómago. Este desequilibrio en el espacio tiempo no afecta en absoluto al curso del universo ya que éste queda totalmente compensado con la lentitud hiperextrema de nuestra amiga Clara Corrales Sánchez en todo lo referente a prepararse para salir. Se han dado casos de gente que creyó a Clara cuando ésta les dijo "bajo en cinco minutos" y murieron de inanición.

En cuanto al segundo aspecto costril, los bocatas, ni que decir tiene que todas las quejas por la monotonía del menú quedaron acalladas al ser recordado el precio al que salían. Costrismo ante todo.

A pesar de las mil horas que tardan en salir de una casa diez chicas, y obviando el hecho de que Potsdam y el codillo alemán casi rompen alguna que otra amistad, sobrevivimos (y qué bien se nos da sobrevivir). Aquí tienen una imagen de las sujetas en cuestión. Pueden intentar averiguar cuál es la que da pataditas por la noche, la que no cree en la higiene de sus amigas, la de las siestas de un día entero,...


Por cierto, que lo mejor está siempre por llegar.