miércoles, 27 de junio de 2012

Satie contra Godzilla


Lees las palabras "Satie contra Godzilla" y piensas, qué chungo, bicharraco japonés comiéndose con patatas a un compositor que lo único que hace es escribir música para domingos y días de lluvia. Ahora bien, pensemos por un momento que este enfrentamiento no es tan cuerpo a cuerpo, sino que están los dos manteniendo un debate o jugando al ajedrez, o contándose las penas, que no es poco.

El problema es que después de ver tanto telediario y tanta película americana estamos hechos unos belicosos. Me imagino yo al auténtico Godzilla, lagarto de bien, intentando llevar una vida tranquila con sus pequeños godzillillas en un chalet unifamiliar y que no, que no le dejan. El pobre, acosado por decenas de fans que reclaman oler su aliento atómico, ver su coletazo mortal, cuando él todo lo que anhela es leer el periódico y cuidar el jardín con su señora.

Todo esto por no hablar de Satie, realmente dedicado en cuerpo y alma al heavy metal, que en un momento de borrachera de las de bajón, compuso las Gymnopédies y ahora está encasillado para siempre. Además solo consigue bolos en auditorios y teatros para gente seria y circunspecta cuando él lo que quiere es acabar inconsciente en cualquier antro que se precie. Pero que no, que tampoco le dejan.

Estos dos sujetos, carne de antihéroe, bien se merecen ser protagonistas de un sueño (o varios). Y me parece a mí que de esto va a haber mucho, porque si algo toca ahora es dormir infinito.

Bienvenidos al verano.