- Y, ¿entonces?
- Bueno, entonces no pasó nada. Se dedicó a hablarme de lo mucho que lloraba con las películas.
- Ah.
- Durante toda la tarde, ¿te lo puedes creer?, qué egoísta. Vamos, que yo no le dije nada, pero...
- ...Pero tú queriendo contarle durante toda la tarde lo mucho que llorabas con las películas, ¿no?
Incongruencias de la vida.
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